Estoy de regreso después de un par de meses de ausencia y para agarrar fuerzas para este año que comienza decidí dedicarle este fin de semana a Tolkien y a Peter Jackson. Sí, así como lo leen, me chuté las tres versiones extendidas de El Señor de los Anillos, una para cada día. Debo confesar que las he visto muchas muchas veces y que a pesar de eso y de lo impresionantemente largas que están (más de 10 horas de diversión continua), me sigo emocionando igual o más que la primera vez que las vi, sobre todo con El Retorno del Rey.
Tolkien nos ha dejado un legado muy valioso, no sólo por sus historias maravillosas sino por la sabiduría contenida en ellas. Honor, valor, amor, lealtad, amistad, fortaleza... nos enseñan a seguir adelante aún cuando todo parece perdido, aún cuando todo a nuestro alrededor se esté derrumbando y la desesperanza se extienda por la tierra. Porque como dijo Gandalf, ninguno de nosotros eligió vivir en estos tiempos aciagos pero lo que sí podemos hacer es elegir lo que hacemos con el tiempo que nos ha sido otorgado.
Y creo que Peter Jackson, a pesar de ciertos detalles que no me gustaron, logró captar la esencia de los libros de Tolkien.
Los dejo con estas dos frases, una de Galadriel y la otra de Nelson Mandela (que no tiene nada que ver con el asunto pero me dio la gana poner aquí):
"Even the smallest person can change the course of the future."
"Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario? Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo? Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconsciente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros."
